Phoenix, un tributo

lunes, 21 de febrero de 2011

Mejorar lo bueno

El 4 de julio del 2005 la sonda Deep Impact cumplió su misión y estrelló su impactador en la superficie del cometa 9P/Tempel 1, proporcionando datos valiosísimos de esa clase tan particular de cuerpos celestes. La pega es que tras el impacto no se pudo observar la cicatriz provocada por tan colosal impacto. Aún así, gracias a la cámara del Impactor, es decir, esa sonda suicida que portaba Deep Impact, se obtuvieron primeros planos antes de que ese cilindro de cobre de 250 kg. de masa colisionara con el cometa. Pero vamos, salvo por el hecho de que el cráter no se observó, la misión se considera un éxito, y muchos de los medios de observación que tenemos (Hubble, XMM-Newton, Rosetta, los telescopios Keck de Hawaii, etc.) proporcionaron otras interesantes perspectivas, extremadamente útiles.

Tras esto, muchos en la comunidad científica se quedaron satisfechos. Otros, querían volver para ver el cráter. Se pensó en lo que se podia hacer. Fabricar una sonda de la nada hubiera sido muy caro. Hacer regresar a la Deep Impact, comprometida en la misión Epoxi (visitar el cometa Hartley 2 y observar el espacio profundo) era imposible. Solo quedaba una alternativa: Stardust. Esta sonda lanzada en 1999, diseñada para recoger muestras de la cola del cometa Wild 2 (una misión realizada exitosamente) se encontraba en órbita solar esperando nuevos cometidos. Entonces los que deseaban volver al Tempel 1 se fijaron en ella. Al final la propuesta se aprobó, y Stardust ha vuelto a cumplir sus cometidos impecablemente.

Tras cuatro años de impecable y económica navegación Stardust alcanzó el cometa Tempel 1 el pasado día 14, tras haber agotado prácticamente todo el combustible, a tiempo de realizar este importante acercamiento.

El cometa Tempel 1 es un pequeño trozo de apenas 6 km. de diámetro, de una forma irregular, y Stardust se lo encontró a 335 millones de kilómetros de la Tierra, y su máximo acercamiento fue de 181 km. Su trayectoria nos ha permitido ver la zona de impacto, demasiado pequeño para distinguirse a simple vista, aunque un análisis posterior nos ha permitido adivinarlo. Además, también hemos podido ver territorios del cometa que no fueron vistos por Deep Impact, mejorando la perspectiva de este cometa. El primer gran momento del año.

Estas son las mejores imágenes del acercamiento:



Además, también tenemos sonidos, provenientes de los impactos de fragmentos en las protecciones de Stardust.


Esto es el aperitivo. Lo mejor está por llegar este año.

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